Echar: ese verbo que no tiene mucha importancia si va solo, pero en cambio si lo juntas con un de menos, ese puzle que estaba cojo ahora cobra todo el sentido.
Nuestra vida ha cambiado y ahora echamos de menos esas cosas que estaban a nuestro alcance.
Echo de menos muchas cosas: dejar de ver a las personas que quiero a través de una pantalla.
Un concierto de mi grupo favorito, ese tembleque que me da en las piernas y que no puedo evitar, reunirme con mi copiloto de nuestra nave espacial y disfrutar de esos conciertos que, aunque sabemos que va a acabar a las tantas, los disfrutamos como enanos.
Dar ese abrazo a esa persona tan importante y especial para mí.
Estar en primera fila en un concierto y que se me cuele una sonrisa de niño pequeño que sé que no se va a ir hasta que se acabe.
Echo de menos no tener que decir un “te quiero” o un “Te echo mucho de menos” a través de una línea, echo de menos poder decírselo a la persona acompañado de unas risas.
Echar de menos…