Hermes

Hermes era el mensajero oficial de los dioses.

Recuerdo que al principio de todo nos “conocimos” mediante cartas.

Cartas que escribíamos con un esmero incalculable. Sentíamos la belleza del papel en cada letra que escribíamos.

 Cada palabra escrita en ese papel la protegíamos con mucho cuidado, con mucho mimo.

Lo mismo les ocurría a los griegos con sus preciados papiros que guardaban en la biblioteca de Alejandría. Para ellos eran un tesoro infinito.

Lo mismo me ocurre con tus cartas, con tu amor: es un preciado regalo que tengo la gran suerte de tener.

Y, es que, cuando Hermes baja del cielo y se junta con los mortales para entregarme tus cartas, a mí se me sonrojan las mejillas, se me ponen los pelos de punta.

Me pasa todo eso, porque al tocar ese preciado papel, sé que pase lo que pase estarás siempre ahí.

Ir de la mano “Hasta el infinito y más allá”

Eso para mí lo es todo. Es un inmenso regalo querernos y apoyarnos.

Hermes…

Para Tata.»Porque ni siquiera la distancia nos separa»